10.3. ¿Por qué ser fotógrafo?

Pels més curiosos deixo aquí un text que em va enamorar fa uns anys enrere i em va captivar per no deslliurar-me mai més d’aquesta passió. Aquell dia vaig admirar als fotògrafs, però sobretot als fotoperiodistes, més que mai. El text pertany a l’Ulisses Castellanos, un fotoperiodista i professor mexicà. Espero que el gaudiu tant com jo. 


“Ser fotoperiodista es una de las actividades más hermosas y divertidas que puedas hacer. Es un trabajo en el que te toca ser testigo visual de tu ciudad, tu país y del mundo. Te pagan por ver para otros. 

Salir cada día con tu cámara te da la posibilidad de encontrarte con otras realidades, los fotoperiodistas trabajamos en los diarios y revistas, cubriendo todo tipo de asuntos, desfiles, huracanes, guerras, deportes, eventos de la política y la cultura. Con tú cámara descubrirás nuevos personajes, conocerás de cerca los hechos y a las personas que hacen historia y que transforman nuestra sociedad. 

Un fotoperiodista debe ser responsable, tener un alto grado de disciplina y un agudo sentido de la oportunidad. Deberás estudiar los diversos campos de la actividad humana, construir una fuerte cultura general y dejar atrás la timidez. 

Los fotógrafos desarrollamos una profesión muy importante en la sociedad, somos el puente entre los hechos y la gente. Construimos la memoria colectiva de nuestro mundo. La satisfacción de publicar una buena imagen sólo tiene sentido si le informa a los demás. Piensa que atrás de tu disparo, de tu ojo habrá miles de personas que verán lo que tú viste. 

En el mejor de los casos los periodistas que trabajamos con la cámara debemos mantener cierta neutralidad frente a los hechos, ser honestos y preservar nuestra credibilidad. Nunca se debe engañar o posar una imagen. Trabajamos con la realidad y debemos respetarla. Esto no impide que le demos un toque personal a nuestra mirada y que incluso le agreguemos un punto de vista. 

Hoy en día vivimos en un mundo lleno de imágenes, más de la mitad de nuestro conocimiento sobre el planeta y su historia, lo hemos adquirido a través de las fotografías de otros. Hoy casi todos tenemos una idea vasta del mundo gracias a la imagen. ¿Te imaginas tu escuela o tu ciudad sin imágenes? 

Lugares remotos, momentos cruciales de nuestra historia han quedado registrados por un lente. Nuestro mundo ya no se entendería sin el poder de la imagen. Con la cámara en mano y una mochila se puede recorrer el mundo. Se trata de tener una visión original que interese a los demás, alta calidad y una visión clara de lo que se quiere. Tu puedes empezar a hacer fotos hoy mismo, retrata tu escuela, a tus maestros y a tus amigos, cuenta una historia de cómo es un día en tú escuela, el recreo, las actividades físicas o las ceremonias cívicas que son parte de tú realidad y puedes fotografiarla. Proponle a tu profesor la creación de un periódico mural y pega ahí las fotos de tus compañeros. Si vas de vacaciones con tus papás pídeles su cámara y conviértete en el reportero gráfico de tu familia, después puedes armar un álbum con esas fotos y lo recordarán siempre.

Yo decidí ser reportero gráfico a los 17 años, en septiembre de 1985, cuando a nuestra Ciudad de México la sorprendió un terremoto que acabó con una buena parte de la ciudad. Aquella mañana del 19 de septiembre, muchos despertamos en medio del temblor, todo se movía, se caían los cuadros y los platos, después de algunos minutos todo era silencio, afortunadamente en mi casa no pasó nada grave, y una vez que ví que todos en casa estaban bien, decidí salir con mi cámara, una Canon A-1 de 35 mm a ver cómo estaban los barrios cercanos, no volví a mi casa hasta tres días después, tomé muchas imágenes y también moví escombros, pero ya nada era igual ni mi ciudad ni yo mismo, en esa época estaba en la Preparatoria y pronto tenía que decidir que estudiaría en la UNAM. Fue así como pensé en inscribirme a la carrera de periodismo en la Ciudad Universitaria. 


Recuerda que no basta con saber manejar la cámara, o conocer los lentes, lo más importante es tu preparación intelectual, académica y personal. Sólo el estudio te llevará lejos en la vida, además de tu talento y estilo personal. 

Mientras estudiaba la carrera seguí estudiando fotografía en varias escuelas y empecé a colaborar en una revista de comunicación. Recuerdo mi primera portada en 1988, era un niño vendiendo periódicos y era una foto que precisamente había tomado en aquellos días del terremoto. Estaba feliz. Además por esas fechas me invitaron a tomar una serie de fotos en Chiapas para esa revista y me pagaron mi primer viaje con todo y boleto de avión. Casi no lo podía creer. Querían que fuera a tomar fotos y además me pagaban. 

Durante toda la carrera seguí estudiando y publicando, también incursioné a finales de los ochentas en el periódico El Universal en la sección de Cultura y publicaba fotitos sobre vida cotidiana en la sección de Cultura. 

En 1992 gané una beca para estudiar y elaborar una revista en Europa, con sede en Paris, viajé por toda Europa con mi cámara y al final editamos una revista en dónde la mayoría de las fotos eran mías. 

Cuando volví a México, Vicente Leñero un gran periodista y dramaturgo me invitó a trabajar en la revista Proceso, uno de mis primeras asignaciones fue curiosamente volver a Chiapas pero en 1994, cuando estalló el conflicto guerrillero con el EZLN, ese fue mi verdadero bautizo de fuego. Trabajar durante meses en la selva, en medio de la nada, entre soldados y guerrilleros me hizo crecer mucho y aprender más sobre mi profesión. 

A lo largo de todos estos años, no he hecho otra cosa que hacer fotografía periodística, me ha tocado conocer en persona a los últimos 4 presidentes de México, a escritores, a cineastas, a deportistas, y más de 30 países en casi todos los continentes. 

Debes saber que para este trabajo, además de contar con una buena salud, debes prepararte para resolver todo tipo de problemas, viajar como viajamos los periodistas en ciertas zonas de conflicto no es como un viaje de vacaciones con tus papás. Es importante que domines al menos el inglés, ya que comunicarte con un árabe en medio oriente no será sencillo en español, deberás saber moverte y estar sólo en muchas ocasiones, localizar una dirección en China será muy complicado si no conoces otros idiomas. Debes cuidar tu alimentación y mantener siempre la calma para pensar con claridad que harás al día siguiente en una ciudad que vive bajo una guerra civil o la invasión de otro ejército. 


El estar cerca de soldados no es tan sencillo como en la películas, el riesgo es muy, muy alto y debes asumir la responsabilidad de cada uno de tus actos. Una de las fotografías que más me gustan es una que tomé en 1998 en Bosnia, en la capital Sarajevo. Es una imagen en blanco y negro, (cuando todavía se usaban rollos de película en 35 mm ) en esa foto aparece un niño que juega encima de una tumba en un parque de la ciudad con una metralleta en la espalda a la caza de otro amiguito suyo. La imagen es muy fuerte, porque los niños de tu edad no deberían estar jugando a la guerra en un sitio donde en verdad ha habido muchos muertos. Lo más triste de mi trabajo es ver y conocer otras sociedades que han sido afectadas por la guerra. Espero que a ti no te toque nunca vivir un conflicto armado en tu ciudad porque dejarías de estudiar y perderías a tu familia. Pero si en el futuro, algún día, como fotoperiodista, asistes a un conflicto en otro país deberás ser respetuoso de la gente y comprender su dolor, eso te ayudará con ellos y obtendrás mejores imágenes, fotografías que capten el lado humano de la noticia. 

La fotografía y el periodismo me han dado la oportunidad de conocer muchos sitios y mucha gente, pero también me han afectado y me ha hecho madurar como profesional, hoy en día me desempeño como editor de fotografía en un diario mexicano, que se llama EL CENTRO, ahí mismo, aparece todos los sábados una columna de fotografía que se titula EN LA MIRA, y que puedes consultar en este sitio cada lunes. Además fundé en 2004 una agencia de fotoperiodismo que se llama procesofoto. Ahora trabajo con un equipo de fotógrafos muy profesional que cubren diversos asuntos en nuestro país. Este trabajo es de un alto estrés y una gran responsabilidad con nuestra gente. 


Los fotoperiodistas debemos tener un alto sentido de la capacidad de síntesis, por ejemplo, cuando me tocó cubrir el Mundial de Futbol en Estados Unidos en 1994, en el último partido de la Selección Mexicana contra Bulgaria, en octavos de final, el resultado se definió en serie de penales, como sabrás nuestra selección perdió abrumadoramente en la serie de penaltis ante las repetidas fallas de los jugadores mexicanos. Después de varios días cubriendo a la selección decidí que la foto que resumía esa terrible derrota, no era la imagen de los jugadores tirando penales o el portero Jorge Campos tirado en el césped, mientras entraban los goles de los búlgaros, no, la imagen que resumía la derrota, era ese instante en el que el jugador número “12 ”, abandona frustrado el estadio de Nueva Jersey, y así fue cómo me concentré en fotografiar la salida de los aficionados, particularmente en un sector del estadio en donde un grupo de aficionado se retira con su playera de la selección, cabizbajos y cruzan por debajo de una enorme pantalla donde se anuncia el marcador de la derrota y con ello se informa el fin de la participación de México en ese Mundial. Esa imagen fue portada en el semanario Proceso con el título, “Defraudaron, como siempre”. 

Es importante que si optas por ser periodista y eventualmente quieres incursionar en el fotoperiodismo, no olvides ir avanzando con seguridad y paciencia, al principio deberás practicar mucho, haciendo mucha foto y de todos los temas, después irás encontrando pequeñas publicaciones que le darán espacio a tu imagen, es una etapa de fogueo, que debe evolucionar junto con tu calidad hacía las publicaciones de mayor prestigio en donde algún día encontrarás una oportunidad valiosa de desarrollo profesional. Nada se da de un día para otro, si no eres perseverante y talentoso, puedes desesperarte al principio, ten paciencia y ya verás cómo de pronto tus fotos estarán en los puestos de periódicos, contando alguna historia. 

A lo largo de estas dos décadas me ha tocado ver muchos cambios en los medios, pero ninguno tan importante como el cambio de tecnología a lo digital. A mí me tocó aprender fotografía con película cuando todavía se revelaba e imprimía a mano. Pasé mil horas en distintos laboratorios, eso era parte de nuestro trabajo, hoy en día todo eso es historia, tú quizá ya ni pienses en un negativo para tus fotos. La era digital y la computación son ya naturales para ti. Por lo tanto deberás ser el mejor en ese terreno. 

Para ti el acceso a Internet y una computadora serán parte de tu vida cotidiana desde la escuela, por lo tanto, prácticamente sólo conocerás la imagen a través de lo digital, por lo que tu deberás ser un experto en cómputo y dominar sus posibilidades. 

Recuerda que en esta profesión como en muchas otras, la innovación es una gran ventaja competitiva para cualquier responsabilidad profesional que tomes. 

Ahora bien, el desarrollo tecnológico no debe ni puede sustituir tu creatividad y capacidad de propuesta, a lo largo de la historia de la humanidad la evolución en la manera como desarrollamos nuestras actividades, siempre han tendido a ser más cómoda nuestra vida, pero nunca deben estar por encima de nuestra visión crítica del mundo. 

Hoy en día la responsabilidad social del fotoperiodista, debe estar en todo momento del lado de la honestidad y claridad para con nuestro trabajo. Nuestras fotos marcan la percepción de lo que se conoce del mundo. 

El trabajo más reciente que desarrollé en 2004, fue en el Tíbet, entrar a ese mundo tan remoto fue toda una experiencia, no es noticia que existan monjes en el Tíbet, pero si es novedoso entrar a la ciudad de Shangri-Lá, un remoto sitio alejado de la modernidad en donde habitan más de 700 monjes y que para la mayoría de nosotros era casi totalmente desconocido, para llegar hasta allá, volé de México a China, con escala en Paris, y de ahí tuve que tomar otros dos aviones, además de contratar un chofer para que me subiera a la entrada del Himalaya, hasta llegar a esa Villa, así pues, levanté un documento visual de cómo viven esos monjes, retrate sus rezos, su cocina, su vida cotidiana y otros aspectos que terminaron en un reportaje que se publicó en la semana que nos visitó el Dalai Lama a México. Así entonces con este ejemplo te quiero hacer notar la combinación de sentido de la oportunidad, capacidad de síntesis, y calidad profesional que da como resultado su publicación final para que tú conozcas más de nuestro mundo. 


La fotografía es una gran herramienta que provoca emociones y despierta conciencias. Si decides ser fotógrafo, piensa para qué y para quién harás tus imágenes. 

Cultiva la tolerancia y el respeto, eso te hará un mejor profesional y una mejor persona, recuerda que tus imágenes hablarán de ti.”

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